En este pueblo judío, dividido por tantas razones y en tantas cosas, todos coincidían en algo: el al "ansiosa espera" de la que hablaba el evangelista (Lc 3, 15). Ricos y pobres, letrados e incultos, fariseos, celotes, y gente del pueblo, todos esperaban. Venían esperanzados desde hacía siglos y los profetas aumentaban, a la vez que endulzaban, esa tensa expectación.
Alguien, algo venía, estaba llegando.
Iba a cumplirse en Palestina aquella ley histórica que señalaba Bruckerberger:
"En toda la historia de la humanidad nunca había habido un gran descubrimiento sin una esperanza antecedente. Pero también es muy raro que se descubra exactamente lo que se esperaba. A veces el descubrimiento es decepcionante; a veces ocurre que supera infinitamente la esperanza. Cristóbal Colón ¿qué buscaba? Convencido de que la tierra era redonda, buscaba por el oeste una ruta hacia las Indias. Y descubrió América: el descubrimiento superó la esperanza. Entra en el estilo de Dios hacerse esperar, desear violentamente, pero su descubrimiento supera por fuerza la esperanza y el deseo."
J.L. Martín Descalzo
2 comentarios:
Uno espera grandes cosas. Pero Dios es más grande que todas ellas. Si confías en Él te da cosas que tu jamás podías siquiera haber soñado. Como a mi, que me a regalado a los San Gehermanos. Gloria a Dios
Mirad el niño del anuncio...Ansia viva. Es conmovedor
http://youtu.be/tBtEha_iTyw
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