¿Es posible regalar este año algo muy bueno que sea asequible?

¡Por supuesto que es posible!

De hecho, todos los años que se ha celebrado la Navidad en Haití han sido casi iguales a éste. Porque para regalar no hace falta una “coyuntura socio-económica favorable”, sino aprender a amar.

Cuando buscas hacer regalos en realidad buscas desarrollar tu capacidad para amar más allá de lo que lo habías hecho hasta ahora. Y regalar es tu propia vocación, tu misión más auténtica, para lo que estás hecho. Porque cuando viniste al mundo tú mismo fuiste un regalo. Tal vez sólo lo supieron algunas  personas, pero quienes estaban cerca de ti con los ojos bien dispuestos reconocieron que había una buena noticia en ti: tu propia vida. Esto es especialmente evidente para la madre que sostiene al hijo recién nacido tras el parto. El mundo es mucho más bello y precioso desde el nacimiento de esta nueva vida.

Nunca has dejado de ser un regalo, aunque lo hayas olvidado. Y cuando llega el momento de compartir algo bueno con las personas que quieres debes aprovechar para darte sinceramente y del todo. Pierde tiempo y fuerzas por hacer un regalo. No importa si no estamos en una situación fácil para los “regalos magníficos”. Tú eres magnífico cuando regalas con sentido. Párate, piensa un momento, y reconoce que sobre todo eres feliz si puedes entregar un poco de tu propia persona en los regalos que haces. Sé auténtico.

REGALA CON SENTIDO